Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), como Capoten, Lotensin, Prinivil y Zestril, actúan ensanchando los vasos sanguíneos y aumentando el flujo sanguíneo. En general, los inhibidores de la ECA no se han asociado a un deterioro de la actividad sexual. Por el contrario, la disfunción eréctil es un efecto secundario poco frecuente, que se produce en menos del 1% de los pacientes. Los posibles efectos secundarios de los inhibidores de la ECA sobre la función sexual masculina aún no están del todo claros, y algunos estudios sugieren que no tienen un impacto significativo.
Las investigaciones sobre los efectos del Lisinopril, un tipo de inhibidor de la ECA, en la función sexual masculina han arrojado resultados similares. La mayoría de las pruebas sugieren que el Lisinopril no causa disfunción eréctil. Investigaciones más antiguas descubrieron que, en personas con hipertensión, el Lisinopril puede mejorar los síntomas de la disfunción eréctil. Además, se observó que tenía un efecto neutro sobre la función eréctil, el orgasmo y el interés sexual. Estos estudios aseguran que el Lisinopril no causa problemas de rendimiento sexual a largo plazo.
Es necesario realizar más estudios para dilucidar la posible interacción entre Lisinopril y otros medicamentos, como los diuréticos, sobre la función sexual. Aunque algunos estudios han sugerido que la combinación de inhibidores de la ECA con otros medicamentos podría producir efectos negativos sobre la función sexual, los detalles de tales interacciones siguen siendo menos conocidos.
En la comparación de los efectos de diferentes medicamentos sobre la función sexual, algunos estudios han comparado Lisinopril con otros fármacos como Atenolol.
Sin embargo, los resultados específicos de estos estudios comparativos no se han establecido de forma concluyente.
Al igual que Lisinopril, otros inhibidores de la ECA, como Captopril, han sido examinados por sus efectos sobre la función sexual masculina. Se cree que estos fármacos tienen un riesgo poco frecuente de causar disfunción eréctil. Algunas investigaciones indican incluso efectos secundarios sexuales potencialmente favorables del Captopril, pero los datos que apoyan esta hipótesis son insuficientes.
Aunque la disfunción eréctil (DE) no suele ser un efecto secundario del Lisinopril, se han dado casos en los que provoca una erección que no desaparece, una afección conocida como priapismo. Se trata de un efecto secundario grave pero poco frecuente y requiere atención médica inmediata.
Independientemente de los resultados generales, es esencial que las personas que toman Lisinopril o cualquier otro medicamento consulten con un profesional sanitario si experimentan algún efecto secundario sexual. Cada individuo puede responder de forma diferente a los medicamentos, y la presencia de otras afecciones de salud también puede influir en los efectos de los fármacos sobre la función sexual. El profesional sanitario podrá orientarle en función de su situación específica y su historial médico.